Funciones vitales: nutrición
La nutrición es
la función vital que nos permite mantenernos vivos, pues recoge todas aquellas
actividades que realizamos todos los seres vivos para obtener la materia y
energía imprescindibles para vivir. Para poder desempeñarse correctamente, la
nutrición se compone de varios factores:
·
La
alimentación. Sin
la ingesta de alimentos que nos proporcionen las proteínas y nutrientes
necesarios para desarrollarnos y crecer no sería posible la supervivencia.
Existen dos tipos de nutrición: la heterótrofa y la autótrofa. La
primera de ellas corresponde a la que utilizamos los humanos y animales, y se
basa en la fabricación de materia propia a partir de materia órganica. Es
decir, ingerimos alimentos que pueden ser tanto de procedencia animal como
vegetal, nuestro organismo los digiere y reduce a moléculas simples. El sistema
digestivo juega un papel fundamental en este proceso. Mientras que la segunda
consiste en la creación de materia orgánica a partir de inorgánica, como el
dióxido de carbono, el agua o las sales minerales, a través de la fotosíntesis.
Así, corresponde a la forma de nutrición de los vegetales.
·
La
circulación.
Este proceso de la nutrición es vital para hacer llegar la materia a todas las
partes del cuerpo. Se realiza mediante el sistema circulatorio, el cual te explicamos
en detalle en este vídeo.
·
La
excreción.
Todos los seres vivos ingieren la materia y energía que necesitan para vivir y
expulsan las sustancias nocivas, dañinas o inservibles para ellos, a través del
cuerpo o la fotosíntesis, y esto se hace mediante la excreción. En el caso de
los humanos y animales, lo hacemos mediante la orina y la materia fecal,
gracias al sistema excretor.
·
La
respiración.
Incluímos la respiración dentro de la nutrición porque es el proceso metabólico
que nos permite tener, elaborar y mantener toda la energía que hemos adquirido
mediante la alimentación. Consiste en la entrada de oxígeno al cuerpo y
expulsión del dióxido de carbono, mediante el sistema respiratorio.
Funciones vitales: reproducción
La reproducción es
la función vital que nos permite asegurar la proliferación de las especies. Sin
ella, nos extinguiríamos y conformaríamos un planeta exento de vida. Mediante
la reproducción, los seres vivos pueden generar organismos semejantes a sí
mismos y lograr, así, la supervivencia a largo plazo de la especie a la que
pertenecen. Existen dos grandes tipos de reproducción, la sexual y la asexual.
La reproducción
sexual es la que requiere de la intervención de dos
individuos de sexo opuesto, es decir, uno femenino y otro masculino. Se realiza
mediante la unión de las células sexuales (óvulos y espermetaozoides), o
gametas, de cada uno de los individuos, la cual se denomina fecundación. Dicha
unión puede producirse de manera externa, en la que las células sexuales se
unen fuera del cuerpo de los individuos y los huevos, por tanto, se forman
fuera (es el caso de muchos de los animales marítimos, por ello este tipo de
fecundación se produce en el agua); o interna, en la que las células masculinas,
espermatozoides, deben entrar en el cuerpo de la hembra a través de los órganos
reproductores, unirse con sus gametas, óvulos, y fecundarlas. Así, el feto se
desarrolla dentro del cuerpo de la hembra (se produce en los animales mamíferos
y seres humanos).
La reproducción
asexual es aquella en la que solo internviene un único individuo,
propia de los seres unicelulares. Se distinguen varios tipos dentro de esta
rama de la reproducción:
·
Bipartición
de una célula en dos para dar lugar a dos hijos, es el caso de las algas
unicelulares y protozoos.
·
Fragmentación
de un organismo dando lugar a la creación de otro ser vivo, es el caso de las
estrellas de mar, entre otros.
·
Gemación,
en la que el progenitor crea un nuevo individuo mediante las yemas que se encuentran
en la membrana plasmática. El padre realiza una división desigual de una de sus
células, la más pequeña pasa a la yema y se desarrolla otro organismo
semejante. Es el caso de las esponjas de mar, entre otros.
Funciones vitales: relación
La relación es
la función vital que nos permite reaccionar y generar una respuesta o estímulo
ante un determinado cambio. Cuando hablamos de estímulo nos
referimos a una variación del medio, mientras que cuando decimos respuesta
estamos haciendo referencia a la reacción tanto de las células como de los
seres vivos. En general, son los estímulos los que generan una respuesta,
que puede ser positiva, cuando el movimiento va en la misma dirección, o
negativa, si va en la dirección opuesta. Un ejemplo claro de estímulo puede ser
la sensación de hambre, cuya respuesta positiva sería el instinto y acto de
cazar para alimentarse.
Gracias a la percepción de cambios en el medio
(estímulos), tanto interiores (de nuestro propio cuerpo) como exteriores
(entorno), y elaboración de respuestas a estos estímulos, es posible garantizar
la supervivencia, pues es lo que hace posible que los seres vivos se
relaciones entre ellos y con el medio ambiente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario